Las almohadillas de los canes albergan un gran número de terminaciones nerviosas, razón por la que es necesario observarlas y cuidarlas con frecuencia. Los paseos por superficies duras o abrasivas, como el asfalto o la arena, puede provocar cortes, grietas y heridas, por lo que se recomienda usar un protector de almohadillas que mime las suelas de los canes.
¿Te has parado a pensar alguna vez en las curiosidades que entrañan las almohadillas de los canes? Este tejido, que equivale a las suelas de los zapatos de las personas, está formado por una piel gruesa de color oscuro que contiene queratina en su parte externa que aporta la dureza y resistencia necesaria en su roce con el suelo.
Las almohadillas albergan un gran número de plantas sudoríparas que le confieren una gran hidratación y esponjosidad. En su interior existe un depósito graso cuya función es amortiguar los movimientos e impactos para que estos no sean lesivos para los huesos de los dedos y de las articulaciones.
Riesgos
Los paseos continuados por superficies duras o abrasivas como el asfalto y la arena pueden provocar lesiones, por lo que se recomienda que los perros corran y paseen de forma alterna por superficies duras y blandas. Los perros que realizan grandes caminatas o mucho ejercicio pueden sufrir heridas de erosión. También puede ocurrir el caso contrario. Almohadillas que se vuelven blandas y vulnerables por falta de actividad.
Por ello, es necesario prestar atención a las almohadillas y revisar su estado de forma periódica, y sobre todo tras largos paseos para observar si existen cortes, grietas, incrustaciones o sequedad. En ocasiones se incrusta algún trozo de vidrio o elemento metálico o punzante que, si no se detecta a tiempo, puede acabar infectándose. Otro riesgo común se produce cuando los perros se clavan una pequeña espiga que a primera vista puede parecer inofensiva, pero que si pasa inadvertida y se clava entre los dedos del can puede degenerar en una infección.
Hay que estar atentos también a los perros senior cuyas almohadillas pueden haber perdido elasticidad por la disminución de la actividad física. En el caso de los cachorros sus almohadillas son blandas y rosadas y se irán endureciendo con el paso del tiempo, por lo que es recomendable habituarlos a pasear para que las almohadillas se vayan endureciendo, y que lo hagan por todo tipo de superficies, duras y blandas, para que sus almohadillas se amolden desde el principio a todo tipo de terrenos.
Cuidados específicos
La fortaleza de las almohadillas de los perros no están exentas de cuidados, ya que en ellas reside un buen número de terminaciones nerviosas.
Se recomienda utilizar un bálsamo protector de almohadillas antes y después de una actividad intensa y frente a temperaturas extremas.
PSH dispone de Paw balm, una fórmula con vitamina E natural, Aloe Vera en jugo 99% puro, glicerina y aceite de aguacate, que aporta protección de la almohadilla plantar frente a la agresión por temperaturas extremas, bien por exposición al frio o bien por sometimiento a temperaturas elevadas.
Las ventajas de usar Paw balm son:
-Protege la almohadilla
-Aumenta la resistencia al roce
-Previene irritaciones debidas al aumento de actividad o al esfuerzo prolongado -Libre de khaton, silicona y parabenos.
Temperaturas extremas
Paw balm ayudará a mantener la hidratación de las almohadillas para que se mantengan en perfecto estado, fuertes, suaves y sin irritaciones. Una protección que permitirá a las almohadillas seguir cumpliendo correctamente su función.
Los meses de verano y de invierno son los más sensibles para las almohadillas de los canes. Las temperaturas extremas, tanto calor como frío, pueden ocasionar quemaduras en las almohadillas de los perros en paseos intensos por el asfalto. Una superficie que puede superar hasta 70 grados en un día de calor extremo.
Lo mismo ocurre con las bajas temperaturas. Las almohadillas pueden sufrir abrasiones en paseos sobre hielo o nieve. Las bajas temperaturas pueden ocasionar grietas a causa de la sequedad, unas grietas que si no se tratan pueden acabar convirtiéndose en heridas.
Ahora ya sabemos la naturaleza, riesgos y cuidados que requieren las suelas de nuestros canes. La observación y el cuidado con los productos adecuados serán los mejores aliados para que nuestros perros sigan caminando y corriendo sobre sus almohadillas de forma saludable y segura. Como siempre, el veterinario será nuestro mejor aliado, tanto en revisiones periódicas como si se produce algún percance en una zona tan sensible e importante para la movilidad de nuestros animales.